a veces
de la noche
caen goteras
sobre mi corazón
y la tristeza trata de explicarse.
-no te asustes-
dame de tu silencio para comer
llévame entre tu dulce caminar
a los campos abiertos
donde bailaremos
tomaremos vino
o de vuelta al barrio
o adónde sea que haya un compañero
y destrozaré lo que me sobra
para que me ilumines otra vez.
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